Gloriosa Revolución
La Gloriosa Revolución, Sexenio democrático.
A partir de 1866 se produjo una grave crisis económica que, unida al desgaste político del régimen isabelino, desencadenó una revolución contra la monarquía.
Los sublevados fueron aquellos grupos marginados del poder: unionistas, progresistas y demócratas. El movimiento estalló en 1868 con la sublevación de la escuadra del brigadier Topete en la bahía de Cádiz.
Se formó un gobierno provisional que impulsó un programa de reformas.Finalmente, se eligieron unas nuevas Cortes, que aprobaron la Constitución de 1869, de carácter democrático.
La Constitución de 1869 establecía la monarquía como forma de gobierno y hubo que buscar un rey entre las dinastías europeas. El elegido fue Amadeo de Saboya. Pero Amadeo contó siempre con la oposición de los moderados, los carlistas y la Iglesia, que se mantuvieron fieles a los Borbones. Muchos demócratas se proclamaron republicanos.
Además, el nuevo rey tuvo que hacer frente al estallido de dos conflictos armados: una insurrección en la isla de Cuba (1868) y una nueva guerra carlista, que se inició en 1872. Amadeo de Saboya renunció al trono en febrero de 1873.
Ante la abdicación del rey, las Cortes españolas votaron la proclamación de la República (1873).
La República nació con escasas posibilidades de éxito, aunque fue recibida con entusiasmo por los sectores populares de las ciudades. Los republicanos tenían un amplio programa de reformas sociales y se pretendió organizar el Estado de forma federal.
En enero de 1874, un golpe de Estado protagonizado por el general Pavía disolvió las Cortes y entregó la presidencia del ejecutivo al general Serrano.